BISTON  BETULARIA : LA MARIPOSA DEL ABEDUL .

En los bosques de abedules de Inglaterra vivía, a principios del siglo XIX, una especie de mariposa, la mariposa del abedul, de nombre científico Biston betularia. A los pájaros les encantaba comérselas. Pero la mariposa del abedul era difícil de ver, porque por su color se confundía con los líquenes que crecían en los troncos de los abedules. La mariposa estaba muy bien adaptada, luego de muchas generaciones de selección natural, a ese entorno en el que hay depredadores que se la quieren comer y abedules con líquenes que le permiten ocultarse. 


Ocasionalmente, nacían mariposas del abedul completamente negras. Por supuesto, éstas no estaban protegidas. Los pájaros las veían con mucha facilidad y se las comían. Esos individuos casi nunca dejaban descendencia y la proporción de mariposas negras se mantenía muy baja en la población total. 
Durante la Revolución Industrial proliferaron las fábricas con máquinas de vapor. Esas fábricas tenían chimeneas que vomitaban humo negro. El humo se difundió por los bosques y empezó a cubrir de hollín los troncos de los abedules en los que se ocultaban las mariposas. El entorno de la Biston betularia cambió repentinamente. Las mariposas del abedul normales no estaban bien adaptadas para este nuevo entorno.
 Pero las negras sí. Los papeles se invirtieron debido al cambio del entorno. Las aves empezaron a comerse a las mariposas moteadas como líquenes y las negras pudieron dejar descendencia. Al cabo de unos cuantos decenios, la proporción de mariposas del abedul negras aumentó muchísimo.








Noten también que no son los individuos los que se adaptan con la selección natural y la evolución: una mariposa negra siempre será negra y una moteada siempre será moteada. El cambio opera sobre la población a lo largo de varias generaciones. Las mariposas moteadas no se transforman en negras, sino que la proporción de mariposas negras aumenta y la de moteadas disminuye. Las Biston betularia negras no son una nueva especie porque se pueden aparear perfectamente bien con las moteadas. Para que surjan nuevas especies hace falta que se acumulen muchos cambios adaptativos como éste, y eso toma muchas generaciones y muchos cambios en el entorno. Todas las especies que existen hoy — bacterias, hongos, plantas, animales— son producto de unos 4000 millones de años de selección natural desde que apareció la vida en la Tierra.















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